Paula

La boda de Paula fue una celebración marcada por la delicadeza y la autenticidad. Desde el primer momento, su look transmitía una esencia romántica, cuidada al detalle y fiel a su estilo. En un entorno natural y lleno de encanto, Paula brilló con un estilismo que combinaba sencillez, elegancia y un toque onírico muy especial.

El vestido fue, sin duda, el corazón de su look. Confeccionado en un tejido vaporoso y con mucha caída, se movía con gracia a cada paso. La capa con sutiles bordados florales aportaba un aire ético y soñador, sin recargar el conjunto. Le daba presencia y un halo casi mágico, perfecto para una ceremonia al aire libre. La parte trasera, con una caída fluida, reforzaba ese estilo etéreo que Paula buscaba, logrando un equilibrio precioso entre lo clásico y lo moderno.

Para completar su look, Paula llevó un peinado muy acorde con el tono general de la boda: un semirecogido romántico con una trenza sencilla. Este tipo de peinados siempre aportan dulzura y naturalidad, y en su caso, fue el complemento perfecto. El adorno floral en el cabello daba un toque delicado y sutil, sin restar protagonismo al resto del estilismo.

En cuanto al maquillaje, Paula apostó por la naturalidad. En tonos suaves y muy discretos, buscaba realzar su belleza sin artificios. Su piel se veía luminosa, con un acabado jugoso y fresco. Los ojos ligeramente marcados y los labios en un tono neutro completaban un maquillaje perfecto para una novia que quería verse ella misma, sin transformaciones.

El ramo de hortensias azules añadió un toque de color encantador. El contraste del azul con el blanco del vestido y el verde del entorno daba un resultado visual precioso. Además, el lazo en azul oscuro que envolvía el tallo del ramo aportaba un punto de contraste elegante y personal.

La elección de este look no fue casual. Cada detalle hablaba de Paula: de su forma de entender la belleza, de su deseo de sentirse cómoda y fiel a sí misma, y de su gusto por lo sencillo, pero especial. Su estilo romántico no se limitó a una estética, sino que impregnó cada instante del día, desde el camino hacia el altar hasta el último baile.

La luz natural, el entorno verde y el encanto del lugar elegido hicieron que cada imagen pareciera sacada de una postal. Y en el centro de todo, Paula, con su vestido soñado, su trenza sencilla y su sonrisa serena, convirtió su boda en un recuerdo imborrable para todos los que la acompañaron.

En definitiva, el look de Paula fue la perfecta expresión de un estilo romántico, atemporal y lleno de personalidad. Una elección que demuestra que, a veces, en la sencillez se encuentra la verdadera magia.

Fotografía Elena Mur 

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