Andrea, la novia de estilo soft, irradia una elegancia serena y contemporánea. Desde el primer momento, su elección de un semirecogido con trenza le da un aire natural y desenfadado, destacando su frescura juvenil y su belleza sencilla. Este peinado, que combina lo mejor de la delicadeza con un toque moderno, enmarca su rostro de una forma suave y romántica, ideal para una novia que quiere sentirse cómoda y auténtica en su gran día.

El maquillaje de Andrea sigue esta línea: es natural, fresco y luminoso. No hay exceso de productos ni exageraciones. Más bien, se resalta su belleza propia con tonos neutros y suaves que armonizan perfectamente con su look general. Este estilo contemporáneo y soft se trata de realzar las características propias de la novia, manteniendo un aire sofisticado sin perder la naturalidad.

Para capturar cada detalle de esta boda, los fotógrafos de Dos Más en la Mesa se encargaron de inmortalizar los momentos más especiales con su característico enfoque artístico y emocional. Conocidos por su capacidad para contar historias a través de la fotografía, supieron captar la esencia de Andrea, el brillo en su mirada y la delicadeza de cada instante. Las imágenes tienen un aire íntimo y espontáneo, logrando que cada foto sea una pequeña obra de arte que transmite la magia del día.

Los accesorios elegidos por Andrea complementan a la perfección su estilo soft. Los pendientes de M de Paulet fueron una elección acertada, añadiendo un toque sutil de sofisticación a su conjunto. Estas piezas, creadas artesanalmente, no solo reflejan elegancia, sino que también son un ejemplo del cuidado y atención al detalle que define todo el look de Andrea.

El ramo y las flores, diseñados por Elena Suárez and Co, aportaron ese toque final que hacía falta para completar el estilo soft de la novia. Con una combinación de flores frescas, colores delicados y formas orgánicas, el ramo de Andrea parecía casi una extensión de su propio estilo: natural y elegante. Elena Suárez and Co son conocidas por su habilidad para crear arreglos florales que cuentan historias, y en este caso, lograron que las flores hablaran de una novia moderna, que no renuncia a lo clásico.

Los zapatos, de Franjul, fueron otro detalle que no pasó desapercibido. Confeccionados a medida, estos zapatos no solo eran elegantes, sino también cómodos, perfectos para acompañar a Andrea durante todo el día. Franjul es famosa por su atención al confort sin sacrificar el estilo, y en esta ocasión, lograron que Andrea pudiera disfrutar de cada paso con la seguridad de que estaba luciendo una pieza única y perfectamente diseñada para ella.

El vestido, diseñado por Alejandra Svarc, fue, sin duda, el gran protagonista del día. Con un diseño hecho a medida, reflejaba a la perfección la personalidad de Andrea: sencillo, elegante y contemporáneo. Alejandra Svarc es conocida por sus creaciones que combinan la delicadeza con un toque moderno, y en este caso, el vestido se ajustaba de manera impecable al estilo soft de Andrea, con detalles que realzaban su figura y una confección que hablaba de alta costura en cada puntada.

El lugar elegido para la celebración fue la Abadía de Párraces, un entorno lleno de historia y encanto, perfecto para una boda tan especial. Sus jardines y su arquitectura imponente ofrecieron el marco ideal para una celebración íntima y elegante, acorde con la personalidad de Andrea y su pareja.

Por último, el banquete estuvo a cargo de Quilicua, un catering reconocido por su exquisita propuesta gastronómica. Con una selección de platos cuidadosamente elaborados, lograron que cada bocado fuera una experiencia inolvidable para los invitados, añadiendo el toque final a un día perfecto.

En resumen, Andrea, con su estilo soft y contemporáneo, creó un look impecable en el que cada detalle, desde el peinado hasta el lugar de la celebración, reflejaba su personalidad y buen gusto. Los proveedores que la acompañaron, cada uno experto en su área, hicieron posible que su boda fuera un reflejo perfecto de su esencia.