Beatriz fue una novia que apostó por un look romántico y natural, un estilo que reflejaba perfectamente su personalidad y la esencia de su gran día. Cada detalle de su estilismo fue elegido con mimo, creando una imagen delicada y sofisticada que encajaba a la perfección con el entorno de su boda en la impresionante Dehesa Montenmedio.

Para su peinado, Beatriz optó por una trenza que se fusionaba con una coleta, logrando un equilibrio entre lo desenfadado y lo elegante. Este recogido, además de favorecerle muchísimo, le permitió disfrutar cómodamente de su día sin renunciar a un toque especial. Para darle aún más personalidad, decoró su cabello con detalles florales de Las Granadas de María, un accesorio que aportó un aire romántico y natural, en sintonía con la estética de la celebración.

El maquillaje siguió la misma línea, resaltando su belleza de manera sutil y favorecedora. Se apostó por un look natural, con una piel luminosa y un acabado fresco. La mirada fue la gran protagonista, con sombras en tonos tierra y un delineado suave que realzó sus ojos sin endurecer sus facciones. Unos labios en un tono nude complementaron el conjunto, logrando una armonía perfecta entre dulzura y sofisticación.

El vestido de Beatriz, diseñado por Carmen Maza, fue una auténtica obra de arte. Se trataba de un diseño en dos piezas que combinaba una base entallada con un sobrevestido vaporoso. El cuerpo presentaba delicados drapeados que realzaban su silueta, mientras que las mangas abullonadas aportaban un aire etéreo y romántico. Esta elección no solo reflejaba su estilo personal, sino que también le daba libertad de movimiento, permitiéndole disfrutar de cada momento de la celebración con comodidad y elegancia.

El resultado fue un look armónico, donde cada elemento tenía su razón de ser. Desde el peinado adornado con flores hasta el maquillaje natural y el vestido fluido, todo contribuía a una imagen que irradiaba belleza y autenticidad. Beatriz brilló con luz propia en un día lleno de emoción, rodeada de sus seres queridos y en un entorno mágico.

Las fotografías, capturadas por Onsurbe Fotografía y Couche Studio, reflejan a la perfección la esencia de este look. Cada imagen transmite la alegría, la serenidad y el amor con el que Beatriz vivió su boda, inmortalizando cada instante con un estilo natural y emotivo.

Sin duda, su estilismo fue un acierto absoluto, una combinación impecable de romanticismo, naturalidad y elegancia que la convirtió en una novia inolvidable