El look de Carlota en su gran día fue una perfecta combinación de modernidad y sofisticación. Su estilo reflejó una elegancia natural con detalles cuidados que hicieron de su imagen algo inolvidable.

Para el maquillaje, Carlota apostó por un acabado natural que resaltaba su belleza sin sobrecargar. La piel se trabajó con un ligero efecto satinado, logrando un brillo saludable y favorecedor. En los ojos, las sombras en tonos neutros y el delineado sutil enmarcaron su mirada sin restarle frescura al conjunto. Los labios, en un tono suave y armonioso, completaban un look atemporal y elegante.

El peinado siguió la misma línea sofisticada. Optó por un recogido alto en forma de moño trenzado, un estilo que aportaba altura y presencia, a la vez que mantenía un aire delicado y romántico. Como detalle especial, una pieza de hojas metálicas de Las Granadas de María adornó el peinado, añadiendo un toque de brillo y distinción al conjunto.

El vestido, diseñado por Carmen Maza, fue una auténtica obra de arte. Compuesto por dos piezas, destacaba por su base ajustada y un sobrevestido vaporoso que aportaba movimiento y fluidez. Los drapeados en el cuerpo realzaban la figura, mientras que las mangas abullonadas aportaban volumen y un punto de dramatismo sofisticado. Un diseño que combinaba estructura y ligereza, perfecto para una novia que buscaba un look único y lleno de personalidad.

La celebración tuvo lugar en Dehesa Montenmedio, un enclave espectacular que aportó el escenario perfecto para una boda inolvidable. Cada detalle estuvo cuidadosamente seleccionado para reflejar el estilo de Carlota y su visión de un día especial.

Las fotos, a cargo de Couche Studio, capturaron a la perfección la esencia del look y la magia del momento. Imágenes que transmiten la elegancia natural de Carlota y la armonía de un estilismo pensado hasta el último detalle.

Un look moderno, sofisticado y con un toque de originalidad que reflejó a la perfección la personalidad de Carlota en su día más especial.