La boda de Leticia fue un auténtico cuento de hadas en el Palacio de Cutre, un escenario de ensueño que complementó a la perfección su estilo romántico. Cada detalle de su look reflejaba elegancia y delicadeza, desde el vestido hasta el maquillaje, pasando por su peinado, que evolucionó a lo largo del día para sorprender a sus invitados.
Desde el primer momento, Leticia tenía claro que quería un look romántico y natural. Su vestido, vaporoso y con movimiento, tenía bordados discretos que aportaban un toque especial sin recargar el diseño. El sobrevestido añadía un aire etéreo y sofisticado, perfecto para la ceremonia. Más tarde, para la fiesta, optó por dejar a la vista un vestido lencero que resaltaba su elegancia sin esfuerzo, mostrando una versión más desenfadada de su look nupcial.
El peinado fue uno de los grandes aciertos de Leticia. Para la ceremonia, lució una coleta baja con un entrelazado que le daba un aire refinado y sutil. Las ondas rotas añadían textura y movimiento, logrando un equilibrio perfecto entre lo sofisticado y lo natural. Más tarde, decidió soltar su cabello para la fiesta, dándole un giro fresco y dinámico a su imagen.
El maquillaje siguió la misma línea natural y romántica. En tonos tierra, con un ahumado en tonos irizados, resaltaba su mirada sin resultar excesivo. La combinación de matices cálidos aportó luminosidad a su rostro, dándole un aire fresco y radiante durante toda la celebración.
Cada complemento sumó a la armonía de su look. Leticia llevó zapatos de Jimmy Choo, que aportaban un toque de glamour sin restarle comodidad. Su anillo de Aristograzy y los pendientes de Sprezzatura fueron el broche perfecto para completar su estilismo.
El resto de la boda estuvo llena de detalles cuidadosamente elegidos. La decoración floral, a cargo de Leymar Floristas, siguió la estética romántica y natural que definía el evento. La música en vivo del Cuarteto Asturias añadió un ambiente mágico a la ceremonia, mientras que Okka DJ se encargó de que la fiesta fuese inolvidable. Además, la acuarelista Abbart inmortalizó momentos especiales con su arte, regalando a los novios y sus invitados recuerdos únicos.
Los recuerdos de este día tan especial quedaron plasmados en las espectaculares fotografías de Días de Vino y Rosas y en el emotivo vídeo realizado por Eleven Moments. La wedding planner, My Noah Candy, se encargó de que todo saliera a la perfección, asegurando que cada detalle estuviera alineado con la visión de Leticia y su pareja.
El novio no se quedó atrás en cuanto a estilo. Su traje de Old Jeffrey combinaba a la perfección con la elegancia de Leticia, logrando un conjunto armonioso y sofisticado.
La boda de Leticia fue la representación perfecta del romanticismo moderno, donde cada elección reflejaba su esencia y personalidad. Un día lleno de amor, belleza y momentos inolvidables que quedarán en la memoria de todos los que tuvieron la suerte de compartirlo con ellos.